Pese a las promesas hechas a los inversionistas para calmar turbulencias cambiarias y financieras, la afirmación de que la Reforma Judicial será realidad al llegar septiembre y los jueces, magistrados y ministros serán designados por el voto popular sigue alimentando un ambiente de tensión e incertidumbre en los mercados internacionales.
No es, en sí, la forma del voto el principal motivo de alerta, sino que ese modelo oculta la finalidad de apoderarse populistamente del Poder Judicial, último bastión que frenó algunos excesos del gobierno que está por terminar.
Muchos consideran que el problema es la incertidumbre jurídica, pero el verdadero riesgo está en no contar con un mecanismo que impida al gobierno tomar decisiones arbitrarias. Hoy esa responsabilidad corresponde al Poder Judicial, concretamente a la Corte, frenar a las autoridades u otros poderes cuando incurren en excesos, como sucedió con las reformas a la Ley Eléctrica. En dicho caso, un amparo con carácter general........