Conversar con Ramón Zetién Santoya, licenciado en Biología y Química, pedagogo aquilatado, constituye enorme privilegio: dejó su impronta en cada uno de quienes fuimos sus alumnos durante incontables generaciones.
A sus 87 años bien vividos, ‘Moncho’, como prefiere lo sigan llamando, se hizo famoso no solo por sus profundos y sólidos conocimientos académicos, también por la capacidad de motivar a todo aquel que se le acercaba, encontrándole el lado amable a las situaciones calamitosas de la frágil existencia humana y salir airoso sin amarguras ni cicatrices: “Siempre, ¡Siempre...! se puede empezar de nuevo”, fue su himno, invicto en miles batallas.
Memoria prodigiosa, capaz de saludar, nombre,........