AMLO es experto en dinamitar la conversación pública cuando ésta se le sale de control. Su estrategia es clara, al dinamitar se vuelve a poner en el centro y así, retoma el control de la narrativa pública. Él vuelve a llevar las riendas. Eso mismo hará este lunes, enmarcado en la simbología que tanto le gusta y le sirve para dar sentido a sus actos. En el aniversario de la Constitución, el presidente lanzará un paquete de iniciativas de reformas a la Constitución.
Este acto tiene un doble propósito, primero que nada retomar el control de la narrativa pública y segundo apuntalar las preferencias electorales de la cuarta transformación. Por un lado, es cierto que ésta es la respuesta del presidente a un escenario cambiante en el cual ha perdido una parte del control de la narrativa pública. Esto es natural, el proceso electoral supone una distracción de la atención pública que el presidente ha gozado durante todo su sexenio; esto no le es cómodo. Las reformas no solo le devolverán la atención perdida sino que generarán nuevamente las confrontaciones con otros poderes y partes de la sociedad civil que tan fructíferas le han sido en términos de su popularidad. Por otro lado, algunas de estas reformas tienen tinte electorero y buscarán ganar votos para........