La ‘mermelada’ al descubierto
Después de décadas de manejos laxos, ajustes aparentes y medidas temporales que se volvían definitivas, el Gobierno Nacional tiene que ajustar sus finanzas de una vez por todas. No solo lo digo por el esfuerzo del (saliente) ministro de Hacienda por recortar el presupuesto a niveles inimaginados. Claro que hacer un presupuesto contando con $ 12 billones que iban a entrar por litigios judiciales (que no entraron), con $ 7 billones que llegarían por prohibir la deducción de las regalías de la base gravable del impuesto de renta de las empresas dedicadas a la exploración y explotación de recursos no renovables (que tampoco llegaron), o los más de $ 10 billones de los llamados anticipos (de los que no se pudo disponer), fue un error que obligó al Gobierno a un ajuste superior a los $ 28 billones. Lo digo porque el problema es mucho más grande. La indisciplina fiscal en la que han incurrido este y los anteriores gobiernos, al hacer inversiones en proyectos con deficiente planificación técnica o financiera, aumentar las nóminas paralelas de manera desproporcionada o adquirir bienes........
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