El calvario del poder constituyente

El presidente Petro está atado de pies y manos. No tiene el espacio fiscal para cumplir las promesas de acueductos, carreteras o escuelas que hace en las que ahora llama asambleas constituyentes. Primero, porque no sabe cuánto cuestan esas obras y segundo, no tiene los equipos de ministros y directores capaces de estructurar y gestionar en el corto plazo esos proyectos.

¿Qué significa que no tenga espacio fiscal? Simplemente que no tiene la capacidad para generar nuevos recursos o para mover los disponibles de un sector a otro, de manera que le permita liberar fondos para hacer las obras prometidas. Su obligación como gobernante le impone cumplir con el pago de los compromisos adquiridos con el Sistema General de Participaciones, con los traslados para los pensionados, con las nóminas de funcionarios y servidores públicos, con el servicio de la deuda externa e interna que se ha adquirido y con las vigencias futuras, con las que se han puesto en marcha obras en las distintas regiones del país.

El........

© El Tiempo