El presidente Petro parece fuera de sí. Que un órgano constitucional (que no instancia administrativa), en este caso el Consejo Nacional Electoral, en cumplimiento de sus funciones y competencias, formule cargos a los responsables de la campaña (no a Petro) con la que Gustavo Petro fue elegido presidente de la República de ninguna manera puede significar una ruptura institucional. Y mucho menos una situación que “se responda con la fuerza del pueblo”.