Un acuerdo, uno solo: el derecho a la vida

Tantas razones y sinrazones pueden esconderse detrás de la guerra: nacionalismo, honor, ignorancia, justicia, ideologías, creencias, inseguridad, miedo, discriminación. Complejidades que se entrelazan apretadas, fundidas, cegando rutas y oxígeno para desatar la maraña entre lo sensato y lo absurdo. Cuando observo algunos conflictos internacionales en curso, y trato de entender lo complicado de las raíces de su guerra, me pregunto si el reto colombiano es más simple y a veces creo que sí. Entonces entra una duda: ¿por qué, al menos, no podemos ponernos de acuerdo en un solo punto: proteger la vida?

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La vida. La muerte. No matarnos. Un simple y único acuerdo para empezar. Un mínimo en la decencia que no conseguimos. ¿Por qué es tan difícil encontrarnos como colombianos en esa idea tan básica y obvia que da incluso vergüenza pensar que esté en la agenda y que somos un........

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