Sucedió hace unos años. Mi mamá había muerto unos meses atrás y yo heredé su anillo de matrimonio. Lo empecé a llevar con orgullo, como si mi mano fuera una extensión de la de ella y el amor de mis padres se proyectara en mí. Durante cincuenta y nueve años mi mamá nunca se desprendió del anillo. La recuerdo revolviendo con sus dedos largos la masa para hacer galletas con él puesto. Desde pocos días después de su muerte yo tampoco me quité el anillo. Hasta la mañana de la playa roja.
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Era pleno verano y con mi esposo y mis hijos fuimos a conocer una playa donde la montaña y........