Cuando el país se desvanece, el arte sostiene

El 2025 llega a su fin marcado por la incertidumbre y la desazón que atraviesan a Colombia. Ha sido un año complejo en el que los desafíos sociales, políticos y culturales se han hecho evidentes y han exigido reflexión, responsabilidad y sentido crítico. Frente a ese panorama, mirar hacia 2026 no es un gesto ingenuo, sino una decisión consciente: elegir la esperanza como forma de acción. Hoy quiero detenerme en lo que viene. Mirar con atención y con esperanza un año que se aproxima cargado de expectativas y posibilidades. Navidad y año nuevo son momentos para renovar la confianza, para desear que las cosas cambien para bien y para reafirmar aquello en lo que creemos. En mi caso, esa fe está puesta en el arte y la cultura como fuerzas capaces de transformar, sostener y dignificar la vida colectiva.Mis mejores pensamientos están con los promotores y gestores culturales que desde ya trabajan con rigor y entusiasmo en las exposiciones, eventos y encuentros del 2026. Su fe en la cultura, su capacidad de organización y su persistencia son fundamentales para que el arte siga ocupando un........

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