Bromas ciudadanas

En ciudades europeas y estadounidenses se desarrolla una nueva modalidad que se inició como arte y hoy es divertimento: asustar o entretener al transeúnte. Camina uno distraído, ve un árbol pleno de flores y al pasar al frente este se mueve o salta como si tuviese vida animada. El susto es bárbaro, pero los atortolados ciudadanos se sueltan a reírse de la broma y la estatua vuelve a tomar su puesto de árbol en espera de la siguiente víctima. Son varias las estatuas vivientes.

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Las he visto en Londres, Madrid o Milán, también por redes; en las reacciones de los........

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