De los megaincendios al fuego controlado con el paisaje mosaico |
El fuego es un fenómeno natural, no dejará de existir. Los grandes incendios, sin embargo, son únicamente causa de nuestra necedad. Un cambio de paradigma territorial que aplique el modelo de paisaje en mosaico conseguiría su adecuado control además de proporcionar un escenario para un futuro más ecológico y económicamente sostenible.
A falta de una imagen mental que nos sirva de guía, este texto pretende ilustrar a través de cinco personas entrevistadas ese futuro sin grandes incendios con el fin de facilitar la unificación de esfuerzos de cara a un destino que beneficie a toda la comunidad. Dada su extensión, este documento se divide en dos partes, una en la que se explora la problemática y otra en la que se profundiza en las soluciones y que se publicará en los próximos días.
La naturaleza, en condiciones de cambio climático, se ve cada vez con más frecuencia afectada por el fuego. Los incendios que tuvieron lugar este 2025 fueron los más grandes de la historia gallega. Aparecieron un día de viento y bochorno en el que el avance de las llamas era rápido, peligroso y difícil de apagar. Eso, sumado a la prominente continuidad del territorio forestal en Galicia o Asturias, hizo que, a pesar de los grandes esfuerzos de los equipos de extinción, solamente la lluvia y la humedad los consiguiese detener días más tarde.
La solución se presenta enigmática: más que un problema a resolver, parece un misterio a descubrir. No obstante, el remedio ya existe, es complejo, sí, requiere tiempo y recursos; pero no es tan complicado como en un principio puede dar la impresión, pues se está aplicando con éxito en diferentes puntos del territorio español.
Para conocer el estado del rural gallego e indagar sobre el futuro que se puede construir, hablamos con Emilio Díaz Varela, profesor de ordenación del territorio en la Universidad de Santiago de Compostela; Mar Pérez Fra, economista especializada en el ámbito de la política agraria y profesora en la USC; Isabel Villalba Seivane, secretaria general del Sindicato Labrego Galego; Sandra Otero, ingeniera forestal en la empresa privada, y Lourenzo F. Prieto, catedrático de Historia Contemporánea de la USC. Todos ellos no solo están concienciados en la problemática que suponen los incendios tanto a nivel ecológico como social, sino que trabajan activamente para darle solución.
“¿Cuál fue el motivo de los incendios?”, se pregunta Sandra Otero. “Las noticias culpan a los tractoristas”, añade. Esta ingeniera forestal sabe que, a pesar de haber accidentes, no todo el fuego es un infortunio. Incluso en el caso de un accidente, “de estar el monte bien gestionado, no arderían más de dos, tres o cuatro hectáreas”, explica. “Cuando son 50.000 hectáreas, ¿qué es lo que pasó?”.
El paisaje mosaico es un modelo de desarrollo territorial que tiene como propósito mitigar el riesgo de incendios a través de la creación de parcelas de cultivo, zonas de pastoreo y explotaciones forestales sostenibles. El objetivo es construir cortafuegos productivos que, además de detener las llamas, generen riqueza y empleo locales.
Tras los grandes incendios de 2017, se solicitó al personal docente e investigador de la Universidade de Santiago la creación de un documento que describiese una nueva política para el rural gallego. La evidencia científica asegura que “las condiciones edafo-climáticas de Galicia [del suelo y el clima] permiten el aprovechamiento de otras especies arbóreas, muchas de ellas productoras de madera de calidad, que junto a la ganadería extensiva y las producciones no madereras podrían sustentar una actividad económica diversificada y menos dependiente de un único tipo de mercado, el de la madera de pino y eucalipto”.
Por desgracia, este documento fue ignorado y los cambios necesarios no llegaron a ser aplicados por el gobierno. Como queremos imaginar con detalles el aspecto que tendría el rural gallego y su sociedad en caso de que estos consejos se hubiesen llevado a cabo, echamos mano de nuestras entrevistadas. Mar Pérez Fra, economista especializada en el ámbito de la política agraria y profesora en la USC, nos cuenta que “ese rural potencial se parecería mucho al paisaje mosaico”, y continúa: “Antes el territorio era principalmente agrario, no era arbolado”.
“La imagen de un paisaje en mosaico la tenemos en el pasado de hace sesenta o setenta años”, explica Lourenzo F. Prieto, historiador, “aunque que no se trata de volver a hacer las cosas como en aquellos tiempos”. Prieto nos dice que nos podemos inspirar en la distribución territorial anterior a las concentraciones parcelaria y forestal. “Tenemos que romper con la inercia de la arborización”, insiste, “desde 1940 se hizo una concentración forestal para saciar una producción de papel considerada importante por la dictadura de Franco, lo que significa que el monte se transformó por procesos de ingeniería social armada, no hubo una evolución natural”. Y continúa: “Ese mosaico de hace más de medio siglo se construyó durante miles de años, no fue algo casual como acostumbramos a pensar; la industrialización agresiva e invasiva de estas últimas décadas puede revertirse”.
La profesora de la USC, Mar Pérez Fra, critica que la agricultura de las últimas décadas era muy intensiva, “y no va a volver”. Desde su perspectiva de economista considera que Galicia tiene espacio para tener un sistema diverso de producción agroforestal con “espacios para pastos aprovechados por el ganado con el consecuente descenso en el........