Una habitación propia para explorar el deseo

Para cuando se publique esta columna seguramente ya sea un lejano eco, pero este verano uno de los libros que más conversaciones ha desatado entre amigas ha sido A cuatro patas (Random House, 2025), de Miranda July. Protagonizado por un personaje que todo el mundo ha leído como un trasunto ficcionado y exagerado de la propia July, una artista “famosilla” de 45 años residente en Los Ángeles, casada y con une hije, cuenta la historia de un viaje que tiene un resultado imprevisto.

La protagonista planifica una escapada en coche a Nueva York que le llevará una semana completar, pero al poco de empezar, toma un desvío y se instala en un motel de carretera. El desvío no es solo literal sino también metafórico: le permite esquivar una trayectoria vital que parecía marcada de antemano y sin posibilidad de cambio, adentrarse en........

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