Empieza el nuevo curso, y, con ello, el resurgimiento de los grupos de WhatsApp de madres y padres de alumnos y alumnas. Se han acumulado cumpleaños, debido al verano, y se multiplican las celebraciones de los mismos en los diversos centros de ocio y en presuntos restaurantes de cadenas de comida rápida.
He venido observando a lo largo de los últimos años que el procedimiento para este tipo de eventos siempre es el mismo. Se crea un grupo de cumpleaños por vía WhatsApp. Se invita a nenes y nenas a un centro de ocio, normalmente situado fuera del casco urbano. Madres y padres realizan un pago por bizum anunciado a bombo y platillo en el grupo de WhatsApp para que la madre compre a la cumpleañera regalos, y, cuando estos llegan o se piden (se suelan comprar a través de internet) se pone la foto en el citado grupo telefónico.
Pues bien, lo que podría ser una revitalización económica y social, no lo es tanto, ni mucho menos.
Así, los regalos no se suelen comprar en el comercio local, los pagos de madres y padres no se hacen en mano, lo que facilitaría una relación entre los diversos familiares del alumnado y, además, el ocio que se ofrece es escasamente creativo y original, con un horario cerrado y bajo techo entre grandes acondicionadores de aire pese a que en la calle haga un tiempo que anima al parque, la pelota y la bicicleta.
Quizá todo esto es una anécdota y una preocupación menor........