Apenas un año ha durado la presencia del Vox en los gobiernos de las Comunidades de Castilla y León, Murcia, Aragón, Extremadura, Baleares y Comunitat Valenciana. El 11 de julio, cuando eran las trifulcas entre jueces, el nuevo caso de la policía patriótica y el cercano retorno de Puigdemont las noticias que agitaban suavemente la actualidad política, Santiago Abascal anunciaba a bombo y platillo la retirada de su apoyo al PP y el abandono de los ejecutivos autonómicos en los que habían venido participando los suyos desde las elecciones de 2023. De repente estábamos ante la tormenta informativa del verano.
A pesar de lo mucho que les costó llegar a este matrimonio de conveniencia, a los de Vox no les ha temblado el pulso a la hora de la ruptura. Los máximos dirigentes del partido ultra han insistido ante los medios en que la decisión ha sido debatida y consensuada entre todos miembros de su Comité Ejecutivo Nacional, seguramente para que a nadie le queden dudas de que aunque son un partido de corte caudillista también tienen su democracia interna. Sin embargo la cara de circunstancias de alguno de esos........