El proyecto de la fábrica de celulosa de Altri, entre la alfombra roja de la Xunta y la oposición social

En la tarde de ayer, a pesar de las nubes que creaban diferentes formas en el cielo de la ría de Pontevedra, el humo de las chimeneas de Ence era más que visible. Esta factoría lleva décadas instalada en este enclave, dominando toda la ría a la que ha contaminado durante años, según sentencia judicial; ahora, su dirección presume de ecologismo y de producción verde y, a pesar de la lucha mantenida por colectivos de Pontevedra, ciudadanía y profesionales del mar, 'la celulosas' -como siempre se ha conocido- ha permanecido indemne y, si la pelea de la Asociación Pola Defensa da Ría no lo impide, así estará durante muchos años más tras la última y sorprendente para todos sentencia del Supremo.

Como en todo en la vida, también la política ha estado, está y estará detrás de la planta de Ence Pontevedra. El PP a nivel local, regional y estatal ha sido el gran defensor de su permanencia, incluso con una prórroga considerada ilegal hasta la mencionada resolución. Dicha prórroga la concedió el último Gobierno de Mariano Rajoy, un pontevedrés que por esto fue declarado persona non grata en su propia ciudad.

Ahora en el municipio lucense de Palas de Rei ubicado en la comarca de Ulloa y con poco más de 3.300 habitantes una empresa portuguesa quiere instalar una factoría para la producción de fibra textil, aunque sus detractores señalan que en realidad la pastera será una macrofábrica capaz de producir 250.000 toneladas de celulosa, frente a las únicamente 60.000 de las fibras textiles para que se quiere poner en marcha, cantidades que luego llegarán a las 400.000 y 200.000 toneladas respectivamente.

Es el conocido ya como........

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