No soy experta en política internacional, no se me escapa la complejidad del conflicto de oriente próximo en términos geopolíticos, pero no puedo dejar de sorprenderme y preocuparme por los razonamientos que conducen a los diferentes actores políticos occidentales a mostrar su apoyo a Israel, especialmente a la derecha española que repite como un mantra vacío dos argumentos algo pobres; el derecho a la defensa de Israel, y su condición de Estado democrático frente al resto de actores del conflicto.
Empezando por el argumento de la legítima defensa, parece poco sostenible que ante el ataque terrorista de octubre puede entenderse la ofensiva de Israel sobre Gaza y el Líbano como legítima defensa, salvo que hayamos aceptado y normalizado que existe una posición de supremacía en uno de los actores que le otorga el derecho a imponer su venganza a todo territorio o población colindante con el conflicto.
A veces simplificar las cosas ayuda a valorar su pertinencia. Si no estuviéramos hablando de relaciones internacionales, sino de terrorismo interno en un mismo país, como el que sufrimos en España en su momento, o de actos violentos entre personas, nadie defendería que ante un secuestro y asesinato........