Devastación

Esta es la palabra que define el estado en el que nos encontramos muchas desde que se conociera la dimisión de Íñigo Errejón y las sucesivas denuncias que la han motivado.

Y al sentir físicamente esta devastación es imposible no imaginarse el mismo sentimiento en quienes han sido víctimas, y preguntarse: ¿cómo ha pasado esto?, ¿cuántos casos más hay?, ¿cuánto tiempo más va a seguir pasando?, ¿cómo detenemos este infierno?

Es la ausencia de respuesta clara a esta última pregunta lo que me desasosiega profundamente. No puedo evitar centrarme en las palabras de Gisèle Pelicot al afirmar que ella también........

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