La invisibilización de los delitos de odio contra el colectivo LGTBI en España es un problema profundo y sistémico que afecta tanto a las víctimas como a la sociedad en su conjunto. A pesar de que más de 57.000 actos de odio fueron denunciados por personas LGTBI en los últimos cinco años, apenas 1.738 fueron registrados como tales por el Ministerio del Interior, lo que resulta en una mínima fracción de estos crímenes reconocidos oficialmente. Este "auténtico iceberg de infradetección", como lo calificó la Federación Estatal LGTBI (FELGTBI ), no solo refleja un fallo en la detección por parte de las instituciones, sino que también pone de manifiesto el temor de las víctimas a denunciar. Atrapadas entre la desconfianza hacia las autoridades y el miedo a ser revictimizadas, muchas personas prefieren no denunciar los ataques sufridos, perpetuando así la impunidad y reforzando la sensación de desamparo dentro del colectivo.
Durante la II Jornada de Innovación en Intervención con Delitos de Odio, Ignacio Paredero, secretario de Organización de la FELGTBI , expuso que el 40% de las personas del colectivo ha sido víctima de algún tipo de acto de odio, siendo las personas trans, las mujeres lesbianas y quienes tienen menos recursos económicos las más afectadas. Sin embargo, solo dos de cada diez casos son denunciados, lo que pone de relieve la gravedad del subregistro. Además, Paredero indicó que los hombres gais son quienes más denuncian, lo que sugiere que existe un problema estructural que impide que las mujeres y las personas trans se sientan seguras o respaldadas al hacerlo.
Entre los factores que disuaden a las víctimas de denunciar, destaca que el 33% considera que hacerlo no serviría de nada, mientras que casi el 20% teme una respuesta LGTBIfóbica por parte de la policía. Esta preocupación no es infundada, ya que entre el 25% y el 28% de las personas........