La amarga película que hoy protagoniza el exministro, exsecretario de Organización del PSOE y diputado por Valencia José Luis Ábalos se titula ‘Con las horas contadas’. Persona de confianza de Pedro Sánchez en el Gobierno y en el partido hasta su fulminante y nunca explicada destitución en el verano de 2021, Ábalos está políticamente acabado tras la detención de Koldo García Izaguirre, mano derecha y hombre para todo en el Ministerio de Transportes que él dirigía a quien la Fiscalía involucra en una fea trama de mordidas millonarias en la compra de mascarillas durante los días más aciagos de la pandemia.
Nada apunta, por ahora, a que Ábalos estuviera al tanto o participara de la furia emprendedora del codicioso Koldo, pero el caso es tan escandaloso que su responsabilidad política resulta imposible de soslayar. Ciertamente, si Ábalos fuera Isabel Díaz Ayuso o un diputado del Partido Popular, no pasaría nada. El hermano de Ayuso hizo un suculento negocio con las mascarillas, pero políticamente no pasó nada. Bueno, sí pasó: pasó........