Ay, si el chalé sin licencia del juez Peinado fuera de Begoña Gómez…

La relación personal del juez Juan Carlos Peinado con la legislación urbanística está muy lejos de ser ejemplar. Tampoco su relación profesional con la Ley de Enjuiciamiento Criminal es exquisitamente impecable, como sabe bien Begoña Gómez, mujer del presidente del Gobierno Pedro Sánchez, sometida por Peinado a una instrucción penal tan sui generis que si no llega a ser prospectiva, lo parece bastante.

Los detalles de la actuación del controvertido magistrado en el caso de Gómez son conocidos, tanto como previsible parece que será el desenlace del culebrón judicial que ha tenido entretenidos a los medios durante toda la campaña electoral de las europeas porque Peinado fue publicitando los distintos pasos de su investigación, sin atender a la prudente máxima que prescribe que un juez no solo está obligado a ser imparcial sino también a parecerlo. Puede que el juez Peinado sea imparcial, pero desde luego no lo parece. Ni, lo que es peor, le preocupa no parecerlo. Se diría que es un hombre que está más allá de esas insignificantes formalidades.

Lo que, gracias a la investigación periodística capitaneada por José María Garrido en El Plural, se ha sabido esta semana es que el juez Peinado tiene en un pueblo de Ávila un chalé sin licencia de ocupación como vivienda, inscrito como almacén en el........

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