De nuevo viene José Mota en nuestro auxilio. De la actual legislatura bien podría decir Pedro Sánchez lo que proclamaba aquel personaje del humorista manchego, aunque invirtiendo los términos: “No digo que me lo empeores, sólo iguálamelo”.
No es ya que el comportamiento ostentosamente abusivo de Junts per Catalunya esta semana en el Congreso augure una legislatura infernal, cuando no algo peor, es que el resto de planetas, satélites y meteoritos que sostienen al Gobierno del PSOE y Sumar han quedado alineados de tal suerte en el firmamento de 2024 que será muy difícil que el cometa Sánchez no acabe colisionando fatalmente con alguno de ellos.
Junts quiere sangre, Esquerra quiere sudor, Podemos quiere lágrimas y el PNV y Bildu, menos exigentes, optan por un poquito de cada. En cada uno de los tres bloques que apoyan al Gobierno se libra una guerra civil de diferente textura pero pareja intensidad: tal vez no se maten entre ellos, pero es bastante probable que sus contiendas acaban teniendo como víctima colateral a Sánchez. Si el presidente sale vivo de esta legislatura, habría que instaurar un Nobel........