En su último artículo en elDiario.es, titulado ‘Siete teras y tres gargantas’ y publicado el pasado martes 17 (*), la periodista especializada en las miserias y fortalezas del mundo judicial Elisa Beni adelantaba algunas claves de la investigación conjunta de su periódico y de La Vanguardia en la que se están aportando pruebas -sólidas para el sentido común pero débiles al parecer para la justicia- de que el exministro del Interior Jorge Fernández Díaz creó una estructura policial paralela para investigar y calumniar a dirigentes independentistas catalanes, altos cargos de la Generalitat, empresarios y responsables judiciales como el fiscal jefe de Cataluña o policiales como el jefe de los Mossos.
Estas unidades de policía política elaboraron más de una treintena de informes llenos de falsedades de grueso calibre sobre supuestas corrupciones que desde Interior fueron puntualmente trasladados a la prensa amiga y que esta, sin tomarse la molestia de contrastar su contenido pese al alto voltaje penal del mismo, se apresuró no menos puntualmente a publicar.
Tales dosieres, han escrito los periodistas José Precedo y Manel Perez que investigan la trama, llegaron en sobres blancos y sin marchamo identificativo de su remitente a la mesa del presidente Mariano Rajoy por conducto de los escoltas de su ministro y amigo Jorge Fernández Díaz, hoy a un paso del banquillo por haber impulsado desde Interior otro operativo parapolicial con el objetivo de arrebatar al extesorero del PP Luis Bárcenas material comprometedor para Rajoy y su partido.
Quienes hayan leído sus columnas en los periódicos o escuchado sus opiniones en el programa ‘Julia en la onda’ de Onda Cero -la única cadena nacional que por la mañana es de derechas y por la tarde de izquierdas- sabrán que Elisa Beni es una periodista solvente que, casi siempre pero........