Periodista


El diccionario de la Real Academia define a la palabra “perogrullada” como una “verdad o certeza que, por notoriamente sabida, es necedad o simpleza el decirla”. Así, es una perogrullada sostener: “Lo que no puede ser, no puede ser... y además es imposible”. En el campo del periodismo, es una perogrullada sostener, por ejemplo, que los medios impresos, que hemos convenido denominar “medios de comunicación tradicionales”, son los principales afectados por el intenso uso de la tecnología.

Lo anterior es un lugar común, una obviedad que nos hace perder de vista un asunto de fondo: los llamados “nuevos medios” también comienzan a ser golpeados por el avance de la tecnología aplicada al periodismo porque se están produciendo cambios en la forma cómo los usuarios buscan y consumen noticias.

En el caso de los medios impresos, en todo el mundo los números van inconteniblemente hacia abajo desde inicios de siglo. Cito el caso de España, donde los diarios han pasado en los últimos 16 años de 16.1 millones de lectores en el 2008 a solo 5.7 millones en el 2023 (-64%), según el Estudio General de Medios (EGM) de la Asociación para la Investigación de Medios de Comunicación (AIMC) de España.

Este es un problema serio, pero era previsible. Desde hace mucho teníamos claro que la transformación digital cambiaría el “periodismo tradicional”. Sin embargo, no teníamos similar claridad respecto al papel de las redes sociales ante el modelo de consumo de noticias y cómo consumirían las noticias los jóvenes de las generaciones Millennial y Z. Llegamos a pensar que los lectores migrarían automáticamente de los impresos a las plataformas digitales de los medios de comunicación.

Sin embargo, la realidad es distinta. El porcentaje de personas que entra al sitio web específico de un medio de comunicación para leer las noticias ha disminuido en todo el mundo del 32% en el 2018 al 22% en el 2023, mientras que el acceso a través de redes sociales ha aumentado en la misma proporción, da a conocer el informe Digital News Report 2023, elaborado por el Instituto Reuters para el Estudio del Periodismo de la Universidad de Oxford.

El estudio precisa, además, que cada vez se sigue menos a los periodistas en las redes sociales pobladas principalmente por jóvenes. “Cuando se trata de noticias, el público dice que presta más atención a las celebridades, personas influyentes y personalidades de las redes sociales que a los periodistas en redes como TikTok, Instagram y Snapchat”, se comenta en el informe.

Los comprometidos con el periodismo tenemos que envolvernos en la necesidad de analizar qué nuevos retos debemos enfrentar. Las perogrulladas, los lugares comunes y las obviedades no deben tener más presencia en un espacio en el que están surgiendo nuevos retos y problemas.

QOSHE - Dejemos de debatir lo obvio en el periodismo - Ricardo Montero
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Dejemos de debatir lo obvio en el periodismo

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02.01.2024

Periodista


El diccionario de la Real Academia define a la palabra “perogrullada” como una “verdad o certeza que, por notoriamente sabida, es necedad o simpleza el decirla”. Así, es una perogrullada sostener: “Lo que no puede ser, no puede ser... y además es imposible”. En el campo del periodismo, es una perogrullada sostener, por ejemplo, que los medios impresos, que hemos convenido denominar “medios de comunicación tradicionales”, son los principales afectados por el intenso uso de la tecnología.

Lo anterior es un lugar común, una obviedad que nos hace perder de vista un asunto de fondo: los llamados “nuevos medios” también comienzan a ser golpeados por el avance de la........

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