La grandeza invisible de los pequeños momentos visibles

Director de Centro Familias 360

Sin embargo, ese momento en particular me llevó a una reflexión que hasta entonces había pasado desapercibida para mí: que la verdadera felicidad se esconde en las pequeñas cosas que compartimos con quienes amamos.

Mientras jugábamos, cada avance suyo venía acompañado de gritos de alegría. Yo, en broma, asumía el papel del “mal perdedor”. Nos reíamos sin medida, hasta el punto de que las carcajadas se mezclaban con lágrimas de felicidad.

En la cocina, mi esposa sonreía y participaba desde la distancia, contagiada por nuestra alegría. Nuestro hijo Pepe, con habilidades especiales, también era parte de ese ambiente lleno de amor y complicidad. En ese instante comprendí que la vida, cuando se vive así, es........

© El Peruano