Cuatro meses de espera en los servicios de violencia machista: los 8 puntos negros de la red de protección

25N| Día contra la violencia de género

Aumentan las víctimas de maltrato que renuncian a declarar contra su agresor: más de 5.000

Elisenda Colell

Redactora

Periodista de desigualdades y exclusión social crecida en la redacción de informativos de la Cadena SER en Catalunya. Nací en Viu Comunicació y Cugat.cat.

En lo que llevamos de 2024, 16 mujeres y tres niños han sido asesinados por violencia machista . Es el peor dato de feminicidios jamás registrado en Catalunya. Mónica, Maria Àngels, Pilar, Manuela, Rachida, Natia, Vanesa, Layla, Fátima, Thais y Gertruida fueron algunas de las mujeres que perdieron la vida a manos de sus parejas o exparejas. En los últimos 12 años, en Catalunya han sido asesinadas 230 mujeres, en paralelo al desarrollo de leyes y servicios públicos para atenderlas y ayudarlas a construir una vida libre de violencia. En el marco del 25N, día contra las violencias machistas, nos preguntamos: ¿qué está fallando? ¿Dónde están las fugas en la red de protección? "El sistema pierde agua por todos lados", resumen psicólogas, trabajadoras sociales, educadoras y abogadas que atienden a diario decenas de mujeres. Junto a la secretaria general de Feminismes, Sònia Guerra, señalan los retos prioritarios a transformar.

El servicio encargado de la recuperación de las mujeres en situación de violencia en Catalunya, hayan o no denunciado, son los 17 Servicios de Intervención Especializada (SIE). "Hay una lista de espera de entre 3 meses y medio y cuatro meses para acceder a ellos, esto tiene que acabar", admite Guerra. Las trabajadoras denuncian que les faltan manos y recursos para llegar a todas las víctimas y verlas con la regularidad necesaria. "Es normal superar los 200 casos por profesional", cuenta una trabajadora de un SIE en las comarcas de Girona.

"Hemos de pensar que son mujeres con una autoestima muy mermada,muy inseguras y con muchas dudas. Si en el primer momento el sistema no les responde, si las dejamos solas en una lista de espera, desaparecen y regresan con el agresor", cuenta una profesional del Bages. Lo confirma Montserrat Vilà, directora de la asociación Helia: "La lista de espera es una barrera y muchas mujeres que están con ellos, que tienen niños... desisten y vuelven". La mitad de las mujeres que llaman a la línea de atención 900 900 112 viven con su agresor y un tercio dependen económicamente de él.

"El problema es que los servicios no están bien dimensionados para atender toda la realidad que hay, y las ratios tampoco tienen en cuenta la demografía, todos tienen el mismo personal", sigue Vilà, que señala que los SIE deben pensarse teniendo en cuenta las macroencuestas de violencia de género, donde el 80% de catalanas dicen haber sufrido algún tipo de violencia machista. "Piden que denuncies pero no están preparados para asumir la avalancha real", explica Maria Sellés, desde la Associació d'Assistència a Dones Agredides Sexualment (AADAS).

Las trabajadoras de los SIE también denuncian que son habituales las bajas por 'burnout' y la rotación constante de personal. Se les requiere una alta especialización y estar en contacto con situaciones muy estresantes, pero su sueldo apenas supera el salario mínimo, ya que la mayoría de los centros están subcontratados. "Todas buscamos mejores condiciones. Las bajas cuestan de........

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