La casa en llamas

La casa en llamas (II)

Meryem El Mehdati

Hará cosa de dos años, justo en estas fechas, me encontré preguntándome qué hacía sentada en una mesa rodeada de personas a las que no parecía importarles. No realmente. Me sentía, al final de la noche, drenada por el esfuerzo de acomodar el principio de la ternura y el cariño ciegos. En algún momento las personas que crecimos en paralelo comenzamos a florecer en direcciones opuestas. Algunos toman ventaja y la brecha entre unos y otros se pronuncia cada vez más.

Me costó mucho responder a esa pregunta insidiosa y constante, ¿qué hago aquí con estas personas? Las semanas de las cenas de Navidad y de año nuevo, los amigos invisibles, los vuelos y los trenes y los barcos y las dos horas en guagua si no se conduce y no se dispone de automóvil propio son especialmente demoledoras.

Si el esfuerzo y el gesto de acomodar siempre recae en la misma parte ¿no cabe cuestionar el grado en el que se........

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