Opinión | EL LÁPIZ DE LA LUNA
Elizabeth López Caballero
Si me preguntaran si soy feliz en mi trabajo contestaría un rotundo sí. ¡Claro que sí! He sacrificado muchas cosas para llegar al lugar en el que estoy. Sin embargo, si la cuestión fuera si he alcanzado mi sueño, la respuesta sería un sí, pero no. Me explico. Uno de mis sueños (que no son muchos, pero sí ambiciosos) es tener mi propia cafebrería. Justo lo que está pensando: mitad librería y mitad zona con sillones orejeros, estanterías llenas de libros de los que disfrutar mientras toma una taza de café, de chocolate o de té y de un trocito de queque. Imagínese en ese lugar, con su novela, su café y, de fondo, jazz. Además, contaría con un espacio para realizar recitales de poesía o presentaciones literarias maridadas con vino. Quizá por eso, por este sueño quimérico y tras la lectura de Mi pequeña librería, siento un pelín de envidia por Máximo Huertas, el autor del libro y el dueño de La librería de Doña Leo.
He de reconocer, y espero que no se lo tome........