Opinión | EN CLAVE EUROPEA
Eliseo Oliveras
El primer ministro búlgaro, Boiko Borisov. / Europa Press
Bulgaria, el país más pobre de la Unión Europea (UE), se encuentra hundido desde hace años en una profunda crisis política. El resultado de las elecciones legislativas del pasado 27 de octubre, las séptimas en el plazo de tan solo tres años, no parece que faciliten un gobierno estable dada la fragmentación del parlamento resultante. Las denuncias de compras masivas de votos y el buen resultado de la ultraderecha y del nuevo partido del oligarca Delyan Peevski (sancionado por Estados Unidos por corrupción) ensombrecen aún más las perspectivas. El descredito de los políticos, las instituciones y los partidos es tan alto que el 61% de los ciudadanos ni se molestó en ir a votar.
La coalición conservadora GERB-SDS, liderada por el exprimer ministro Boiko Borisov del Partido Popular Europeo (PPE), volvió a ganar los comicios con el 26,39% de los votos, pero solo cuenta con 69 escaños de los 240 que componen el Parlamento. Borisov, exmiembro de la Oficina de Seguridad Nacional del antiguo régimen comunista con el grado de........