Opinión | LAS CUENTAS DE LA VIDA
Daniel Capó
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. / EFE
La posición de Pedro Sánchez delata signos de fortaleza y de debilidad. Se diría que esto es la política: una mixtura, nunca bien definida, de certidumbres e incertidumbres, de optimismo y desconfianza. A su favor, el presidente español cuenta con cartas poderosas. La primera es el prestigio europeo que se ha labrado, frente al perfil bajo de sus predecesores. Europa le sonríe con una lluvia de millones y con la designación de Teresa Ribera como Comisaria de la Unión. La política internacional tiene mucho de imagen y Sánchez es hábil en el arte de la seducción. La segunda carta, quizás aún más importante, es la Cataluña de Salvador Illa; también un punto débil: dominante y divisivo a la vez. Una........