“A blessing in disguise”
Perdón por el anglicismo en el título, pero a veces hay expresiones que no tienen una traducción adecuada al español. Es el caso de “A blessing in disguise”, cuyo equivalente es: “No hay mal que por bien no venga”. Pero yo me rehúso a usar este refrán en español porque habla del “mal” y no refleja del todo el matiz positivo de "una bendición disfrazada". Pues bien, esta idea describe lo que estamos viendo en ciertos escenarios políticos en América Latina y EEUU, donde la lucha por el poder de algunos líderes ha tenido consecuencias inesperadas que, al final, podrían resultar beneficiosas para la democracia.
En el caso de EEUU, observando el proceso electoral, es inevitable notar el fenómeno que representa Donald Trump, un líder carismático y a la vez tóxico, que ha capturado al Partido Republicano con un discurso populista cargado de odio y basado en prejuicios y mentiras. Ha moldeado al partido a su imagen y semejanza y sus seguidores parecen inmunes a las evidencias de su comportamiento autoritario y narcisista. Trump se ha presentado como un salvador, pero en realidad es un líder megalómano que busca imponer su voluntad a cualquier costo. Y no hay quién lo pare…a no ser que pierda las elecciones.
Pero este fenómeno no es único, también lo hemos visto en América Latina con otras figuras........
© El País
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