El modelo económico y político del masismo está en su fase terminal. En lo económico, han perdido la fuente de generación del excedente económico que era el sector del gas natural. En lo político, la estructura partidaria que sustentaba al gobierno está en pedazos y ofrecen un un vomitivo espectáculo de disputa por el poder. Sin duda alguna, la crisis tiene muchas manifestaciones económicas; una de ellas es el aumento de la inflación.
En el año 2024, hasta septiembre, esta había alcanzado un 5,5%. Anualizada, es decir, de septiembre de 2023 a septiembre de 2024, es de 6,1%. En el mismo periodo, los alimentos subieron un 7,9%, los servicios médicos y los remedios un 6,1%. Los artículos de abasto que tienen un enorme componente importado aumentaron un 14%. Estos incrementos en inflación son cuestionados por buena parte de la población, que siente que en los mercados los precios de los productos y servicios han aumentado mucho más. La credibilidad del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) es muy baja.
Durante cerca de 17 años, el gobierno de Morales y Arce construyó la narrativa de que teníamos una de las inflaciones más bajas del mundo. La propaganda se vanagloriaba de este hecho y lo pregonaba a los cuatro vientos sin pudor técnico. Esto era una insignia distintiva del éxito del modelo económico primario exportador, rentista y comerciante. Sin embargo, como fue señalado durante mucho tiempo por los analistas del "pantano neoliberal" y otras hierbas malignas, esta no era una inflación baja, sino reprimida, o artficialmente represada.
La inflación reprimida es........