El político en busca de sentido
El psiquiatra Viktor Frankl sostenía que el ser humano necesita un propósito no solo para resistir la adversidad, sino para trascender y aportar valor a la sociedad. En política ocurre algo similar: gobernar sin rumbo lleva al caos, mientras que un propósito sin capacidad de gestión es garantía de fracaso. En Colombia, donde la palabrería suele imponerse, resulta inevitable preguntarse si la política aún tiene sentido cuando se convierte en un fin en sí mismo.
Arranca un nuevo ciclo electoral y, con él, la sensación de un eterno déjà vu. Apenas termina una campaña y ya se agitan las banderas de la siguiente, mientras oficialismo y oposición se reacomodan para asegurar su cuota de poder. En medio de ese juego, la ciudadanía queda atrapada entre promesas recicladas y una democracia que se legitima en las urnas, pero se diluye en el ejercicio del........© El País
