Éste, el de Gustavo Petro, es un gobierno tan malo que el repudio generalizado del pueblo colombiano es innegable, al grado de dudarse que sea cierta esa cifra de favorabilidad que aún tiene el mandatario en las encuestas, que ronda el 30%, cuando la realidad muestra que no hay tema en el que acierte.
Este gobierno es tan malo que casi todo lo que deriva de sus desafortunadas decisiones, implica un retroceso en el nivel de vida de los colombianos. Por ejemplo, este gobierno inflacionario quiere controlar la suba de precios de la carne reabriendo los mataderos de los municipios más pequeños y atrasados, esos centros de sacrificio que se cerraron hace años porque no cumplían las más mínimas normas de higiene ni de calidad. Un largo paso atrás para las comunidades más pobres.
Este gobierno es tan malo, así mismo, que cree que el desarrollo de la infraestructura nacional debe estar en manos de las comunidades, por lo que ahora le apunta a que sean estas las que construyan puentes, túneles, autopistas y similares. Le duele a Petro que las concesiones sean negocio de los grandes........