No, no voy a hablar de la propuesta de instalar una constituyente de Gustavo Petro, cada día presentada bajo una modalidad, trampa diferente o de cualquiera de las múltiples reformas y propuestas, obtusas, retrógradas y costosas. Tampoco del día a día de su desgobierno o de sus constantes escándalos personales o “privados”, ni de la corrupción rampante que lo rodea, ni de la violencia aterradora que se está tomando el país, ni de los asesinatos de militares y líderes comunales que ocurren a diario, ni del secuestro de menores por los grupos alzados en armas, para utilizarlos como carne de cañón.
No, hoy hablaré de algo aún más aterrador, de un peligro inminente de magnitud mundial que amenaza a todos sin excepción: LA DESTRUCCIÓN DE LOS OCÉANOS. Y lo pongo en mayúscula porque lo estoy gritando, porque quiero que lo........