El “embutido” de Puerto Rellena
Frente a la decisión de nuestro ordinario ministro de educación de “amenazar” con echar a rodar un proceso para declarar Patrimonio Nacional el espantoso “Monumento a la Resistencia” en Puerto Rellena -que los mamertos dieron en rebautizar “Puerto Resistencia”- en Santiago de Cali, me da a mí por recordar esas clases magistrales sobre arte y estética de nuestro primer decano de Comunicación Social en la Pontificia Universidad Javeriana, Francisco Gil Tovar (q.e.p.d.) quien, frente al doble esperpento (la obra y la idea del parcero de Petro) estaría, sencillamente, revolcándose en su tumba.
Una obra de arte -o monumento, por caso- debe responder a una expresión tranquila del artista, a la materialización de una idea sensible y sublime que primero se teje con filigrana en la mente, pero no debería corresponder a la expresión furibunda de un grupo de vándalos de la primera........
© El Nuevo Siglo Bogotá
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