La invasión del desespero
Antes de empezar el tercer año del gobierno Petro, Colombia está en poder del hampa, el crimen, el desespero, la corrupción y la incertidumbre.
Para los electores de quien hoy gobierna, todo lo prometido se ha logrado, más desacreditado por la acción de una insensata oposición que quiere derrocarlo con golpes blandos o lo califican incapaz de manejar un país tan difícil.
El mandatario que llegó con espíritu y vigor de camaradería para rodearse de gente experta y calificada, no pudo escapar a la consejería de sus camaradas y aspirantes a las más altas posiciones de la gobernanza.
Excelentes ministros y funcionarios se le entregaron con las mejores y desinteresadas maneras de alcanzar un mandato claro, bueno y progresista, como lo esperaban los electores.
Antes de la posesión se escuchaban críticas sobre desenfrenos del nuevo gobernante, pero se aspiraba a que sus........
© El Nuevo Siglo Bogotá
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