El mandato del odio
Nadie esperó que un domingo, día de descanso, de tranquilidad y recreo, se diera a millones de colombianos semejante reprimenda, tergiversación de la historia e incitación al odio. Mientras se esperaba recreación, información y placidez a través de todos los medios de comunicación, ingresó a ellos un gruñido palaciego, que nunca habían recibido ni merecido por los habitantes de este país, que ya no aguanta más “petradas” de un jefe de Estado y sus adláteres.
El poseedor de gran poder se alborotó frente a las cámaras para lanzar interminables agravios y falsedades. Desde el profundo y abandonado Chocó, desfiguró nuestra historia. Para él, todos nuestros libertadores actuaron mal, se vendieron y se amangualaron con los poderos de cada época. Nuestros héroes no significaron nada. A Bolívar, el venezolano, que nos dio la libertad -no el de ahora que maneja millonadas del........
© El Nuevo Siglo Bogotá
visit website