Otro paria de los galardones

No es mentira para nadie que los thrillers policiacos son a los Premios Nobel lo mismo que las películas de comedia son a los premios Óscar, es decir obras entretenidas para matar el tiempo una tarde cualquiera de domingo, pero carentes del mérito suficiente para ser reconocidas con las máximas distinciones de sus propias disciplinas. Por ello, con regularidad ingratamente triste, suele ser material que a todos nos gusta (o, más bien, que a nadie realmente le disgusta) y que consumimos con mayor o menor grado de placer culposo, pero que ningún jurado de las altas instancias se tomaría realmente en serio para proponerlo como un aspirante sólido a la inmortalidad literaria.

No en vano, nunca ha existido un ganador consagrado al arte popular de la novela negra (lo........

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