La estratagema de Pisístrato
La sensación de desgobierno se intensifica cada día. El desconcierto prevalece en las regiones tomadas por los violentos. “El Estado se está encogiendo”, dijo Humberto de la Calle. La escena repetida de soldados y policías secuestrados por campesinos que no permiten que la fuerza pública entre a sus territorios, refleja la claudicación de la autoridad. El martes pasado en López de Micay, Cauca, hubo otra masacre, esta vez de 12 ciudadanos. Horas después los vecinos no sabían ante quién denunciar el dramático episodio.
Como los vecinos de López de Micay, ya no sabemos a quién acudir. Cuando se piensa en la Casa de Nariño aumenta la incertidumbre. En pleno paro camionero el presidente Petro prefirió hablar de “Pegasus”, tan inasible como el caballo blanco alado de la mitología. Era hijo de Medusa, la de los cabellos de serpientes, de quien se asegura miró fijamente a todos los funcionarios del régimen: parecen de piedra.
En una situación tan singular y preocupante, el presidente se olvidó del Acuerdo Nacional y ha preferido abrigarse en sus resentimientos, para no advertir que el país se le fue de las manos. Antes se le notaba seguro de sí mismo. Ahora, se le ve confundido y a la defensiva. ¿Por qué no me tratan como a los demás presidentes?,........
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