Aun cuando en nuestra historia política muchas veces los presidentes han expresado su desacuerdo con ciertas decisiones judiciales, no es común que esa discrepancia esté acompañada de una sutil amenaza de cambiar su forma de elección. A López Michelsen no le gustaba mucho la cooptación, pero no llegó hasta sugerir la intromisión política en su designación y se limitó a plantear una constituyente para los temas judiciales y de ordenamiento territorial que, por cierto, le “tumbó” la Corte Suprema en 1978, sin que por ello entrara en abierta confrontación con ella.
A Turbay Ayala la misma Corte que ejercía el control Constitucional, le declaró inexequible la reforma de 1979 por vicios de trámite -la misma razón por la que está demandada la reforma pensional- que sustituía prácticamente la tercera parte de la Constitución del 86 y que hubiera hecho casi innecesaria la constituyente del 91 pues contenía muchas de las........