Progresismo, legitimidad o parodia (I

Debo decirles a quienes de buena fe se invisten como progresistas que, para serlo, no es suficiente ser probo, buena persona y sensible ante problemas específicos, pues ese es biotipo natural del legítimo líder y decirles también que eviten parecerse al politiquero ególatra, caudillista, mesiánico y carente de ideas renovadoras, pues este es la antípoda del liderazgo que unifica, guía e invita a coparticipar en dinámicas sociopolíticas verdaderamente progresistas.

Cito el aleccionador refrán, “el mono, aunque se vista de seda…”, para afirmar que el asunto es sencillo: se es progresista o no se es. Creo que el progresismo se desfigura cuando acepta ser plato de sobras o colcha........

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