Una obsesión, que ahora comienzo a ver como un imposible y no como utopía, es ser testigo del tránsito del Tolima por la ruta del desarrollo y por ello en dos recientes artículos aludí a una nueva mentalidad como condición ineludible para iniciar el proceso que lo haría posible, asunto que por su trascendencia abordo recurrentemente y desde distintos ángulos.
De una hipotética consulta a los tolimenses acerca de si ansían que el Tolima sea próspero, moderno y nuestro o sí prefieren seguir por el regresivo, incierto y ajeno camino que hoy trasegamos y de la obvia unánime escogencia de la primera opción, quedaría al descubierto esta insólita paradoja: siendo el desarrollo y el bienestar el anhelo de todo tolimense ¿por qué sus líderes contemporizan y no se desmarcan de los factores que causan y........