Así es como rehúyen los juicios de valor respecto al fracaso histórico del Tolima y logran que la prospectiva, económica, política y cultural, siempre se delinee con el mismo patrón utilizado desde tiempo remoto para evitar que la teorización sobre el desarrollo roce siquiera la culpa de ese fracaso histórico y, de paso, acallar la tesis de un quiebre histórico tolimense.
La bien tramada impunidad de las culpas del atraso en el tiempo y el espacio tolimense permite que muchos dirigentes sectoriales, en especial el político, con cháchara oportunista, eufemística y sutil, se presenten ante la ciudadanía como estrategas del futuro, cuando realmente están reciclando el pasado para conseguir canonjías personales a costa del incesante sacrificio de sucesivas generaciones........