amenaza siempre latente desde hace varias décadas, diría que desde cuándo inició la decadencia del Tolima, por allá en los años ochenta del siglo pasado, tiempos en los cuales la sociedad tolimenses empezó a perder activos valiosos que, además de prestar un servicio público, eran fuente cierta y potencial de generación de ingresos significativos y crecientes que pudieron usarse para optimizar y ampliar su infraestructura de servicios públicos y para apalancar inversiones estratégicas para nuestro desarrollo. Ejemplo válido de lo anterior es EPM, pues a tiempo los antioqueños creyeron que la formación de capital público regional es fuente de inversión motora de progreso y bienestar social, cuestión nunca entendida por dirigentes caducos que solo claman y esperan........