Lo grave de este caso no es el deficiente sistema de nombramiento de jueces, que podemos perfeccionar sin duda, sino de jueces que no han estado a la altura de lo que se espera de ellos.
El llamado “caso Audios” ha develado las falencias de nuestro sistema de nombramiento de jueces.
En efecto, nos veníamos dando cuenta hace algún tiempo de que estas reglas que rigen el sistema de nombramientos se han venido empleando como una coartada para transacciones subterráneas donde se tomaban, en realidad, las decisiones. Pasó con la ministra Vivanco, pero también con otros ministros u autoridades.
Y esto era algo sabido y que........