¿Actualización o recreación del proyecto de izquierda?
Más que una actualización del socialismo, está a la orden del día una mejor comprensión de los cambios en marcha, una real comprensión de los desafíos de lo político y de la política y, con ello, una recreación de las visiones y proyectos de las izquierdas.
La Revista de la Fundación Rumbo Colectivo organizó el foro “¿De qué socialismo estamos hablando”, con el objetivo de abordar este tema en el marco de los debates en marcha en el Frente Amplio. Participaron José Miguel Ahumada, del centro de pensamiento indicado; Pierina Ferretti, de Nodo XXI, y el autor del presente trabajo. En la primera parte de mi presentación que, revisada se presenta aquí, sostengo que es necesario precisar las razones que obligan a repensar la idea socialista como eje de las transformaciones.
En primer lugar, porque la experiencia de la URSS y del campo socialista en general, más allá de sus diferencias, puso en cuestión al socialismo como camino de superación del capitalismo.
La estatización generalizada de la propiedad privada, la eliminación del mercado como mecanismo regulador y la instalación de la planificación centralizada condujeron, no al control social sobre la producción, sino a una formación social que colapsó producto de su fracaso para crear un medioambiente favorable para la innovación tecnológica y para responder a las demandas de diversificación y ampliación del consumo que la planificación centralizada y el gasto en la carrera armamentista hacían imposible de satisfacer.
El fracaso de la economía centralizada se tradujo en dos formas principales de transición al capitalismo: al capitalismo salvaje, cuyo paradigma es Rusia, y hacia una nueva forma de capitalismo con importante presencia del Estado, cuyo paradigma es el caso chino.
La segunda razón tiene que ver con el desafío democrático del autogobierno. La renovación de la idea socialista en los 70 y 80, como resultado de la Vía Chilena al Socialismo retomada por el “eurocomunismo”, y como consecuencia de la experiencia dictatorial pinochetista que dejó en evidencia, dramáticamente, la diferencia entre democracia y dictadura, puso en cuestión las nociones respecto de la democracia que predominaban en la izquierda, como eran “democracia burguesa”, “democracia procedimental” y democracia formal.
Con todo lo importante que fue, ello resulta hoy y desde hace tiempo insuficiente; la experiencia totalitaria socialista no........
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