Para nuestra fuerza pública: Navidad de honor y Año Nuevo de esperanza |
Hay silencios que hablan más que mil discursos. Silencios que se escuchan en la madrugada fría de una trocha, en la cubierta de una patrullera que corta el río o el mar, en la cabina de una aeronave que vigila desde lo alto, en la calle solitaria donde un policía permanece alerta mientras la ciudad duerme. En esos silencios vive la verdadera dimensión del servicio. A ellos, a quienes los habitan con dignidad y valentía, va dirigida esta columna.
En esta Navidad de 2025 y a las puertas del año 2026, Colombia se recoge en familia, enciende luces, comparte el pan, el abrazo y la esperanza. Pero mientras millones de hogares celebran, hay hombres y mujeres que no conocen descanso, que no se sientan a la mesa ni escuchan el villancico completo. Son los soldados del Ejército Nacional, los marinos e infantes de marina de la Armada, los aviadores de la Fuerza Aérea Colombiana y los policías de Colombia. Son ellos quienes, con el uniforme puesto y el alma firme, cuidan de nosotros cuando más vulnerables estamos. A nuestra Fuerza Pública no siempre se le ve, pero siempre se le necesita. Está en los caminos polvorientos de la Colombia profunda, en las montañas donde el frío cala los huesos, en los ríos caudalosos que se........