La caída de 1,1% en la actividad de abril, publicada a primera hora del día en que el Presidente Boric haría su Cuenta Pública ante el Congreso, revela las dificultades por las que atraviesa la economía del país. Especialmente preocupante es el retroceso de 1,6% en la actividad no minera, que guarda una cercana relación con la dinámica del mercado laboral. Así, con el solo paréntesis de enero, ya son ocho los meses que acumulan cifras negativas.

Aunque esta trayectoria no era del todo sorpresiva, considerando el sobrecalentamiento del que venía la economía, sí lo es respecto de la percepción de estabilización que se había instalado a comienzos de año. Esa noción incluso llevó a autoridades de gobierno, al Banco Central y a analistas a levantar la posibilidad de alcanzar en 2023 un crecimiento positivo (aunque magro). Por cierto, esta posibilidad no está del todo descartada, pero las últimas cifras confirman las dificultades que enfrenta la actividad para ganar tracción.

Es en este contexto donde llama la atención la visión tan optimista, y en cierto sentido voluntariosa, del Presidente Boric en su discurso ante el Congreso pleno. El mandatario plantea, en efecto, que el país se encontraría en una senda de crecimiento, avanzando hacia una recuperación sostenida, pero son numerosas las señales que indican lo contrario. El mercado laboral se mantiene muy débil, el crédito sigue mostrando poco dinamismo y la inversión continúa ajustándose a la baja, en un escenario que acumula evidencia de dificultades de empresas en sectores importantes. Así, las perspectivas de una recuperación sostenida no se visualizan.

Desde otra perspectiva, cabe observar cómo el discurso del Presidente parte de la premisa de que la situación actual sería mejor que la recibida al comienzo de su gobierno, cuando la inflación subía y el déficit fiscal estaba en su máximo. Ello omite, sin embargo, que muchos de los problemas económicos de los últimos años tuvieron su origen en la actitud de quienes fueron oposición —liderada, entre otros, por el propio Boric— a la administración Piñera, los que presionaron por un gasto fiscal excesivo y, sobre todo, impulsaron y aprobaron los retiros previsionales. No corresponde apropiarse de la mayor tranquilidad actual sin asumir también la responsabilidad por el deterioro previo. Y quizá más evidente aún es que el país logró evitar un descalabro mayor en la economía gracias al triunfo del Rechazo en septiembre pasado, de modo tal que la menor incertidumbre actual no es fruto de la acción del Gobierno, sino que más bien se ha logrado a pesar de este.

Hacia adelante, la agenda planteada por el Presidente sigue basada en un aumento sustantivo de los impuestos —justo cuando se conocen nuevos ejemplos de ineficiencia y descuido en el manejo de los recursos públicos— y en una reforma de pensiones que involucra un significativo aumento de los tributos al trabajo. Ciertamente, la agenda planteada esta semana en Valparaíso no contribuye a retomar el dinamismo de la economía.


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El Imacec y la Cuenta

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04.06.2023
La caída de 1,1% en la actividad de abril, publicada a primera hora del día en que el Presidente Boric haría su Cuenta Pública ante el Congreso, revela las dificultades por las que atraviesa la economía del país. Especialmente preocupante es el retroceso de 1,6% en la actividad no minera, que guarda una cercana relación con la dinámica del mercado laboral. Así, con el solo paréntesis de enero, ya son ocho los meses que acumulan cifras negativas.

Aunque esta trayectoria no era del todo sorpresiva, considerando el sobrecalentamiento del que venía la economía, sí lo es respecto de la percepción de estabilización que se había instalado a comienzos de año. Esa noción incluso llevó a autoridades de gobierno, al Banco Central y a analistas a levantar la........

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