Ante la propuesta expresada por el Presidente en la Cuenta Pública, cabe recordar que el consumo de energía nacional aún es 75% térmico y solo 25% eléctrico. El informe final de usos de la energía de los hogares en Chile 2018, realizado por el Centro de Desarrollo Tecnológico de la Cámara Chilena de la Construcción y por encargo del Ministerio de Energía, arrojó que la leña es la fuente energética con mayor uso, con 39,6%, seguido por el gas (GLP), con 31,4%; electricidad (25,7%), parafina (2,8%) y pellets (0,8%).

La tarifa de invierno (eléctrica) fue concebida en el año 1983 como una forma de disminuir el consumo eléctrico, siendo modificada en 2009. Para el año 2023, el límite de invierno se calcula promediando el consumo que el cliente registró entre los meses de octubre de 2022 y marzo de 2023, sumándole un 20%. El valor mínimo establecido para este cálculo es de 350 kWh, es decir, si el resultado de la operación anterior es menor a dicha cifra, el límite de invierno que se aplicará es de 350 kWh. Si el límite de invierno es menor o igual a 430 kWh, no se aplica el recargo. Con ello, son los consumos mayores a este valor los que finalmente deben pagar el límite de invierno. Según estimaciones del profesor Humberto Verdejo, del Departamento de Energía Eléctrica, Usach, corresponde a un 14% por ciento de los consumidores residenciales, lo que implica unos US$ 80 millones.

Según el estudio de Brechas de Capital Humano en el Sector Transmisión y Distribución Eléctrica, en Chile se proyecta un aumento de demanda eléctrica de un 54% para el período 2020-2040, con una tasa promedio anual de 2,25%, donde los clientes regulados presentan un crecimiento anual promedio de 2,28%, y los clientes libres, de 2,23%. Esto es un desafío, si deseamos evitar un ciclo vicioso de producir electricidad, gastarla y que paguen todos por igual, no importando cuánto consuman individualmente.

En un escenario de inminentes aumentos de tarifas eléctricas y los desafíos de carbono neutralidad ampliamente conocidos, la eficiencia energética es clave. Dado que el impacto de eliminar el límite de invierno solo beneficiaría a un sector específico, sugerimos impulsar políticas y protocolos de eficiencia energética que favorezcan a toda la población.

La eficiencia energética es un camino seguro, probado en el mundo y coherente con el desarrollo sostenible. Es un eje central, en el cual convergen los incentivos de la oferta de energía y los de la demanda (las personas). Debiese ser una prioridad, así lo destacan tanto los informes del IPCC como de la Agencia Internacional de Energía.

Como gremio, proponemos educar a los usuarios sobre cómo consumir eficientemente, que sepan qué pagan, desplazar demanda con hábitos de consumo eficiente, evaluar tarifas diferenciadas, crear incentivos y tasas preferenciales para quienes hacen eficiencia energética en sus hogares y empresas, facilitar el retrofit de edificaciones con un fondo de garantía que proteja a los implementadores, la entrega de un sello de eficiencia que reconozca la mejora de la edificación existente. Avanzar con la aislación térmica de viviendas. Incentivar el sistema solar térmico de viviendas también en la clase media. Incorporar modelo ESCO en las licitaciones públicas, que permita apalancar proyectos de inversión; así como varias acciones para incorporar la electromovilidad a la vida de las comunidades que han optado por energía más limpia.

Por último, difusión de las buenas prácticas de eficiencia energética para elevar el manejo de la temática energética en cada hogar y lugar de trabajo.

Mónica Gazmuri
Gerente Asociación Nacional de Eficiencia Energética
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¿Eliminar la tarifa de invierno o integrar soluciones eficientes en los puntos de consumo?

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05.06.2023

Ante la propuesta expresada por el Presidente en la Cuenta Pública, cabe recordar que el consumo de energía nacional aún es 75% térmico y solo 25% eléctrico. El informe final de usos de la energía de los hogares en Chile 2018, realizado por el Centro de Desarrollo Tecnológico de la Cámara Chilena de la Construcción y por encargo del Ministerio de Energía, arrojó que la leña es la fuente energética con mayor uso, con 39,6%, seguido por el gas (GLP), con 31,4%; electricidad (25,7%), parafina (2,8%) y pellets (0,8%).

La tarifa de invierno (eléctrica) fue concebida en el año 1983 como una forma de disminuir el consumo eléctrico, siendo modificada en 2009. Para el año 2023, el límite de invierno se calcula promediando el consumo que el cliente registró entre los meses de octubre de 2022 y marzo de 2023, sumándole un 20%. El valor mínimo establecido para este cálculo es de 350 kWh, es decir, si el........

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