El dilema de Corina
Se necesita volver a escribir sobre Venezuela. Es demasiado el dolor de más de 30 millones de personas tan cercanas a Chile y que además fueron tan solidarias con nosotros cuando perdimos nuestra democracia. Ha pasado un mes de la elección en que millones de venezolanos modestos y empobrecidos fueron engañados y humillados por Maduro desconociéndoles su esforzado voto. La posterior reacción violenta del ya definitivo dictador demuestra que ese pueblo y sus dirigentes enfrentan un desafío que literalmente es de vida o muerte. Difícil que puedan recuperar su democracia y volver a reunirse con sus familias sin muchos dispuestos a entregar sus vidas.
El dilema de Corina es, ¿sigo llamando a los venezolanos a manifestarse en las calles, aunque eso genere la muerte, prisión y tortura de decenas o centenares de ellos en manos de los secuaces de Maduro?
Esa ha de ser la angustiante pregunta que se debe estar haciendo María Corina mañana, cada semana, cada mes. Lacerante para una persona que ha mostrado estar actuando con plena conciencia, y cuyos actos parecen surgir de su profundo amor por cada uno y cada una de sus compatriotas. Además, para una persona religiosa, ese dilema debe ser desgarrador.
Pero parece inevitable que Venezuela no va a recuperar su democracia por la intervención extranjera. Las acciones de los venezolanos serán las que logren o no terminar con la dictadura que los oprime. Y la principal........
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